Pena de Muerte en México

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PASEO DE LA REFORMA Lugar conocido por todos los que han visitado la Ciudad de México donde se desarrollan parte de las actividades economicas del Pais.

Bienvenidos...
Aquí vamos a exponer algunos puntos que nos parecen dignos de consideración en el momento de discutir y apoyar la posibilidad de incluir, de forma actual y funcional, la pena de muerte en el código penal vigente. Primero que nada, consideramos, que la muerte no debe ser un castigo.

Generalmente en nuestra patria la muerte nunca ha sido un castigo, nosotros, por nuestra idiosincrasia y herencia, una parte de la cual nos viene dada de las civilizaciones aztecas y otras contemporáneas y coterráneas de la primera, que han demostrado un amor por la muerte y el sacrificio humano y otra dada por nuestros ancestros europeos, generalmente raza de luchadores y guerreros casi tan bravos, feroces y sanguinarios como los primeros, la muerte ha sido para nosotros, por muchas generaciones, una compañera.

Podemos decir que aún cuando la muerte causa dolor o pena o alegría o respeto o nada, lo que menos causa es temor, la experiencia en otros países indica de manera inequívoca esto y además es una tesis que sostiene muchos y grandes sociólogos modernos.

Nos atrevemos a asegurar que para nosotros los mejicanos, la muerte es una compañera, un descanso, un fin, nunca un castigo, nunca algo a lo que le tememos, hemos visto a hombres y mujeres que ante un arma se crecen y se arrojan sobre el agresor, en muchos casos el mismo marido, sin el menor temor a la muerte.

A los delincuentes, sin importar el tipo del crimen, no debiera "Castigárseles" con la "Pena de Muerte" debiera castigárseles con algún tipo de pena que les permitiera resarcir a la sociedad y a la familia de la víctima. de ninguna manera con el "Descanso Eterno". lamentablemente las penas de trabajos forzados no existen en nuestro código penal actual, sin mencionar que en el caso de que existiera la corrupción haría que este fuera asignado a los reos más pobres y no de forma justa.

Ahora bien, la razón primordial de la conveniencia de la aplicación de la Sentencia de Muerte a una gran mayoría de delincuentes en nuestro país, esta dada por el tipo de sociedad que tenemos en la actualidad y por razones sociales y económicas.

Nuestros sistemas social, económico, legal y penal han demostrado de manera repetitiva la imposibilidad de la rehabilitación social del delincuente promedio, en prácticamente ninguno de los muchos centros de rehabilitación que se tienen en nuestra patria existe verdaderamente un programa que efectivamente conduzca al delincuente a la rehabilitación.

Sin embargo, es público y notorio, ventilado y discutido por autoridades e internos, que los centros de rehabilitación, llámese como se llamen, son, más que eso, verdaderas escuelas del crimen donde el vicio se enseñorea y los delincuentes que no tenían adicciones ahí las adquieren, donde los reclusos se ven sometidos a vejaciones, hacinamiento y carencias, donde reclusos y familiares son víctimas de la corrupción de autoridades y al abuso de otros reclusos y donde el desgaste social, moral y económico de las familias de los delincuentes es un fenómeno cotidiano, permitido y hasta de cierto modo obligatorio, las familias pagan de una manera o de otra, generalmente con sus muy escasos recursos, el castigo de internación del familiar delincuente, como si faltara otra prueba de la injusticia y sinrazón de La sociedad en la que vivimos.

Aquí queremos dejar en claro que los centros de rehabilitación CERESOS Y CEFERESOS, (Centros DE Rehabilitación Social y Centros Federales de Rehabilitación Social) son lugares anhelados por los empleados federales porque son lugares donde se va a hacer fortuna, gracias al tráfico de drogas, las facilidades para arreglar las celdas a gusto del interno, la posesión de teléfonos celulares, la entrada de los familiares, la salvedad de hacer trabajo dentro del penal, la introducción de bebidas alcohólicas, la introducción de comida por parte de los familiares, etcétera, menciónelo y le cobran por ello en las cárceles mejicanas, bueno, se soborna hasta para fugarse de la cárcel, desde a los celadores hasta los directores.

En nuestro país, país que se ha visto depauperado cada día más por los malos manejos, por las malas estrategias, por las malas políticas, por la falta de honestidad de muchos políticos, en fin, por una mucho mayor causal de los imponderables del pueblo que por el pueblo mismo, (ya es hora de terminar con el viejo mito del mejicano ensombrerado durmiendo la siesta), por favor, considérese pueblo solo para este ejemplo sin importar su altitud en la escala social, sabemos que muchos consideran que el monto de su capital los exime de ser pueblo y, la verdad, no pensamos entrar en esta discusión, no hay fuentes de trabajo, no hay escuelas, no hay posibilidades de promover la cultura y los principios que universalmente se consideran necesarios para evitar el crimen.

Y si no hay posibilidades económicas y sociales de acercar estos valores a los niños y a los jóvenes y a los adultos y a los ancianos que por la causa que usted quiera no han cometido ningún delito, no hay, ni mucho menos, posibilidades de enseñar a los victimarios a buscar el arrepentimiento por sus actos ni a tener la posibilidad de reintegrar se a la vida productiva de la sociedad, ni a proporcionar a la víctima o víctimas un medio de resarcirlos de los daños o perdidas ocasionados por el victimario. seamos honestos, no podemos, los presos salen de las cárceles sin trabajo, sin otro oficio que el de Delincuente y, en la mayoría de los casos, con serias adicciones a las drogas, adicciones que les van a empujar a volver a delinquir y en muchas ocasiones de manera violenta. No es difícil leer en los diarios que los autores de tal o cual delito se encontraban bajo el influjo de las drogas.

Lo único que nuestros centros de reclusión penal o centros de rehabilitación social hacen es retener por más o menos tiempo a una colonia de delincuentes que consume medios y bienes de la sociedad, de manera limitada mientras están ahí, y que continúan consumiéndolos de manera indiscriminada y generalmente ilegal en función de sus propias capacidades para delinquir, en cuanto salen.

Ahora bien, si la sociedad no puede rehabilitar y corregir y proporcionar los medios de la sana subsistencia de los delincuentes, ¿debe consumir sus pocos recursos manteniéndolos encerrados, delinquiendo de manera controlada o casi controlada por un tiempo dado para después desatarlos de nueva cuenta a seguir delinquiendo en las calles y consumiendo los magros bienes de que dispone la gente productiva, generalmente víctima de estos delincuentes?

Nosotros sostenemos que no. nosotros sostenemos la idea de que si a la mayoría de los delincuentes se les aplica una sentencia de muerte, no como una pena, no como un fin, sino como un medio de evitarle a la sociedad el consumo de sus pocos bienes, como un medio de protegerla de los continuos ataques, la muerte de los delincuentes esta justificada.

Justificada de manera amplia y explícita. Si no lo puedo arreglar, si no me sirve para nada, si lo único que me va a ocasionar es gastos, malestar social y molestias, ¿para qué gastar recursos en mantenerlo?.

Pensamos que la muerte de un delincuente, y hablo de solo uno, económicamente hablando, es más conveniente para la sociedad, que la vida desarrollada entre centros de reclusión, delito, persecución, trabajo policíaco y judicial, etc. con que, generalmente, nos regalan a todos, los consuetudinarios delincuentes que operan en el territorio nacional.

Estamos absolutamente a favor de la sentencia de muerte, como medida profiláctica y económica. No buscamos que la pena de muerte sirva para hacer que los posibles delincuentes repriman sus actos delictivos por la posibilidad de la muerte como castigo a sus acciones, no creemos en eso, a nuestros delincuentes, que son MUY MACHOS, no les asusta esa posibilidad ni les detiene de la comisión de sus delitos. Es más pensamos que la posibilidad de morir durante la comisión de un delito, es un incentivo más para cometerlo.

Buscamos que la ejecución de algunos delincuentes, y nos gustaría proponer más adelante a cuales, traiga como resultado una menor población carcelaria, un gasto social menor y un ahorro en los disparatados gastos de manutención de una caterva de des adaptados sociales, delincuentes, criminales irredentos cuyo futuro es, ha sido y continuará siendo la comisión de crímenes, más o menos violentos, como un medio de subsistencia.

Comprendemos que la posición se presta de manera abierta a la discusión, sabemos que no habrán de faltar los defensores de los delincuentes, defensores de oficio y defensores de beneficio, las airadas voces de los familiares de los muchos delincuentes hablando sobre lo bueno que son y las circunstancias atenuantes que los empujaron al delito o a la cadena de delitos, sabemos que hay varias voces que culpan a la sociedad de los delincuentes y hasta la voz de aquellos que tratarán de hacernos sentir culpables de tratar de quitar de en medio un medio natural de control demográfico.

Sin embargo estamos convencidos de la necesidad de reordenar nuestras prioridades, de alejarnos un poco de ese falso sentimiento de "Humanidad" que nos obliga a mantener con vida a ese enorme ejercito de delincuentes a costa de los miles o quizás millones de compatriotas nuestros que jamás han cometido ningún delito y que sin embargo sufren de la carencia de todo lo que los presos tienen.

Solo piense en los niños de cualquier población de nuestro país que no gozan del derecho de tres comidas al día, de ropa, de un techo seguro sobre sus cabezas de la oportunidad de aprender algo que les pueda servir para su vida futura y ahora piense en el "Mocha Orejas" que si lo disfruta gracias a tus

impuestos. Piense un minuto y díganos si usted prefiere que el dinero que usted paga en impuestos se ven dilapidados en lo que pomposamente llamamos Centros de Rehabilitación Social, especialmente sabiendo lo que son y para lo que sirven o que se gasten en crear centros de cuidado infantil, escuelas bibliotecas, hospitales.

Trate de recordar la imagen de esa viejecita que se la pasa en la calle tratando de vender lo que sea, manteles, chicles, billetes de lotería y luego piense en el mejor de los presos de cualquier prisión, si ese, el que come tres veces al día, el que tiene baño, el que tiene servicios médicos y un techo que usted paga, ahora dígame quien prefiere usted que goce del dinero de los impuestos que todos los días le descuentan. Todos estos inocentes a quienes las posibilidades económicas tanto de los estados como del gobierno federal no permiten ayudar y en muchas ocasiones salvar la vida son también víctimas aunque indirectas de los delincuentes que consumen los pocos recursos que aportamos los contribuyentes.

Sabemos que nos vamos a topar con las comisiones de derechos humanos, la que pone el grito en el cielo por los derechos de los delincuentes en el penal de "Máxima Seguridad" porque sacaron en la televisión un video de su vida diaria y de sus relaciones íntimas.

Sin embargo estamos en la mejor disposición de darles la facultad de hacerse ellos cargo del mantenimiento de los presos, de su confinamiento y de su rehabilitación, seguramente podrán hacerlo mejor que las instituciones oficiales, aunque aquí les pondríamos la condición de que lo hicieran a cargo de su propio dinero y no. del de la sociedad.

En cuanto las comisiones de derechos humanos del mundo empiecen a abogar por la vida de tal o cual delincuente y dado que para nosotros su muerte no es un castigo sino una medida profiláctica y económica, si ellos lo quieren que se lo lleven, a condición de que no regrese al país y de que sí acaso regresa sea ejecutado de inmediato, y de que en el caso de que vuelva a cometer otro delito en territorio nacional responda con su vida el directivo de la comisión de derechos humanos que obtuvo la conmutación de la sentencia de muerte por la de destierro.

En estas condiciones seguramente serán muy pocos los "Humanitarios", que quieran correr el riesgo de abogar por los delincuentes.

Si, es posible que se cometan muchas injusticias con este nuevo sistema propuesto, seguramente habrá inocentes que mueran en el proceso, sin embargo, la ley no es un pedazo de roca, es un ser vivo que cada generación se mejora, se modifica a sí misma y cambia en función de las funciones que sirve.

Sabemos que algunos podrán pensar que pueden ser víctimas inocentes de un sistema judicial como el propuesto, no es innegable la posibilidad, incluso estamos seguro que alcanza un porcentaje superior al 1.5, sin embargo piense en cuales son sus posibilidades de no verse involucrado hoy en un suceso delictivo en nuestro país, piense en cuantas veces ha sido usted objeto o víctima de los delincuentes o cuantos de sus familiares o amigos de forma absolutamente fortuita y sin ninguna posible defensa han encarado al crimen en cualquiera de sus formas, homicidio, asesinato, asalto, robo, despojo, fraude, etcétera; Ahora piense en sus posibilidades de defensa ante estos hechos; Díganos si no preferiría enfrentar cualquier acusación ante un tribunal en el que, al menos, podría contar con la ayuda de abogados y de leyes escritas.

Los jueces, los ministerios públicos, los agentes de la ley llámense policías o judiciales y todos los que de alguna manera se vean involucrados en la procuración de justicia se verán sujetos a la posibilidad de enfrentar la misma suerte que aquellos a quienes condenan o ayudan a condenar en los casos en los que les sea comprobada cualquier falta, esperamos que esto los haga ver la necesidad de desarrollar su labor de manera honesta y en caso contrario habrá más posibilidades de que su lugar sea ocupado, dado su deceso, por alguien que si valore la oportunidad.

La muerte podría empezar a aplicarse de manera expedita a homicidas, secuestradores, violadores, abusadores de menores, empleados públicos involucrados en actos de corrupción u objeto de soborno, autores de fraudes de más de cien mil pesos

. Podríamos modificar la ley para que se ajusticiara a todos aquellos presos con condenas de más de 20 años desde su proceso, sin importar la retroactividad, piense en la millonada que va a haber en ahorros por conceptos de comida, ropa, vigilancia, mantenimiento de prisiones, agua, servicios médicos, etcétera; ahora piense en la aplicación de ese dinero en escuelas, hospitales comida y centros de refugio para los cientos de miles de desamparados de nuestra pobre patria.

Por lo que más quiera en el mundo, olvídese de lo que puede ser bien visto o mal visto y de lo que piensen los demás, piense que tiene usted en su mano la posibilidad de ayudar a muchos miles, no piense que por su opinión se va a matar a alguien, a ese alguien lo va a matar el sistema por un delito del que se le declaro culpable de acuerdo a las leyes, piense en la posibilidad de salvar la vida y de darle mas posibilidades de ser alguien honesto, útil y sano para la sociedad. Confiésese usted mismo que es lo que preferiría, que dentro de unos años se tope con su hija a las once de la noche bajándose de su coche, ¿un ex presidiario que paso 20 años en la cárcel por un homicidio o una violación o con un hombre que de niño disfruto de casa, comida y becas de estudio para hacer su carrera gracias a sus impuestos?.

Es necesaria tu participación en los foros como este el cual tiene el valor y las agallas de decir la verdad sin tener el temor de a quienes afectemos sus intereses creados.

Los ciudadanos de buen corazón siempre han temido hablar la verdad de la sociedad, por la herencia de terror político y social; Este es el momento para que hablen, hagan conciencia de quiénes somos y que deseamos para nosotros y nuestras futuras generaciones. Abre los ojos, el echo de no hablar, de no externar tu sentir, no te hará exento de ser objeto de el crimen, en cualquiera de sus formas, al contrario recuerda "El que calla otorga" si después de leer este documento y visitar el contenido de este sitio, sigues inmerso en tu mundo tercermundista, apagado, preso de tu casa y oficina.
Te decimos que eres un mediocre, eres carne de cañón, solo en espera de ser procesado por la maquinara criminal.
Si a sí quieres vivir México suerte te deseamos y de antemano le damos las condolencias a tus familiares, que no quiera el tiempo, tengan que irte a reconocer a la morgue, si le fue bien a tu cuerpo, o simplemente te recuerden con la última fecha donde se te vio por última ves, rumbo a tu casa, oficina, escuela etc.
Gracias por visitarnos ya es un primer paso.

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